Estaba perdida, no me quedaban fuerzas para seguir huyendo del león, lo único que podía pensar es que si no moría por el animal moriría por desangramiento. El animal se preparó para atacarme y se escuchó un gruñido muy fuerte, había una mujer muy bella, más que eso era la criatura más hermosa que hubiera visto, ella atacó al león, no veía bien se me empezaba a nublar la visión, ella se me acercó-¿puedes escucharme?-entre en una total oscuridad. ¿Qué pasa, por qué no me puedo mover?, quería abrir los ojos, pero no podía. ¿Fuego?, ¡apáguenlo por favor!, no podía despertar me dolía me estaban quemando viva, volví a entrar en una desesperante oscuridad.
-¿Cuánto falta Edward?- oía unas voces, pero no las reconocía-falta poco amor, puedo oír perfectamente sus pensamientos-¿escuche bien, leer mis pensamientos?, la quemazón seguía hay la sentía por todo mi cuerpo, pero ahora se estaba desapareciendo de mis extremidades, se empezó a acumular en mi pecho, mi corazón empezó a latir fuertemente, ahora toda la quemazón estaba en mi garganta, era como si me hubieran metido un hierro caliente en ella, ¡ayúdenme!, se paró mi corazón y abrí los ojos.
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